Espacios diminutos, allí en la profundidad del cosmos, escapan para sumergirse en la inmensidad de eso que llaman alma... quizás de algo de eso se trate vivir...
septiembre 07, 2011
Epílogo
marzo 28, 2011
Huída
Sujetarme a una bandada de gorriones y volar lejos,
soltar las puertas que alguna vez abrí
y dejar con ellas las que pude cerrar y no.
No precisar llaves para saltar el balcón
dejando así llaveros y souvenir.
Dejar nadar el alma por el tiempo
deshabitando el lado izquierdo de la cama,
la butaca de espectador.
Soltar las cuerdas elevando mi canción
Amarrando el tiempo soltando el reloj.
Sin pañuelos sonando la niñez que vendrá conmigo
abrigando el cielo con la piel
que ya no verás en tu habitación.
Desgarrar la eternidad de una sonrisa,
volando sin conocer las amarras de la cornisa
Tan alto que no pueda esperar tu mirada (ni la de ellos)
donde no habrá concejos ni deberes.
Solo soltando el tiempo para atar la vida,
para sonreir sin precisar espejos,
para correr sin precisar espuelas.
Tan bajo que no olvide mis deudas con la tierra en que aprendí
que perder siempre es encontrarse, una y otra vez.
marzo 27, 2011
Sudestada
Ya es tiempo de detenerse,
mirar tu voz, reirle al sol
porque mientras esquivas mi sonrisa
yo rio para lograr dormir.
Y es que el tiempo ya ha pasado,
no puede más detenerse el viento.
La piel desgarrada me ha contado
que el jazmín ha suspirado.
Lágrimas recorren la habitación
-¡fuera, este no es su festín!-
antes de marchar, lastiman como punzón
dibujando tu voz para no morir.
Es que ya no quiero convencer al viento
ni quiero agua si no es alimento
pero sí quiero que el querer me invada
para ya no llorarle a la luna, enamorada
marzo 17, 2011
Desvelo...
Lejos, entre distante y confinante él se acerca para ver.
Cerca, entre próxima y displicente ella pregunta por él.
Lentamente ingresan al salón, ella por la puerta chica, él por la escalera de un solo escalón.
Entre galanterías y tragos ella disfraza con cadencia su andar.
Entre copas y bufonerías él sólo se sienta a observar.
Transitan los mismos túneles, al fin y al cabo comparten más de un lugar, y como jugando a las escondidas se miran pero no se ven.
Ella, sentada en su rincón, observa su caminar que como sombra de rocío deja un destello en el mar.
Él, parado entre la gente, duerme con la canción, mientras sueña con la luna de ayer que ya se escondió.
Caricias, besos, abrazos, silencios que callan para sincerar.
Cuerdas, miradas, ciencias, cartas borradas que ya no se escribirán.
Entre cuentos de hadas y calabazas sin cortar, la noche los encuentra dormidos, él en la cama y
ella en el sofá.
La noche ha amanecido y aquellas ventanas ya no se abrirán, sólo quedan algunas cenizas, tal vez alguna que otra historia por contar: Carcajadas que ya no lloran, lágrimas que tímidamente reirán.
Y entre tanto y tanto, una esquela en Sol mayor se estremece al encontrar una punta ya sin tinta y un papel de borrador.