entrecierras
los ojos al escuchar sus preguntas
muerde sus
labios al prevenir tus silencios.
“pudieron
llegar tan alto no mirando el precipicio...”
-murmura mientras los llora la mujer del
ascensor-
-“Siempre
volteas la cabeza, ¿que buscas?”
preguntó
ella,
-“siempre tú
la frente en alto... yo la luna y vos?
replicó.
... “la luna
te ha buscado, impaciente, frente a ti. Pobre tú no has podido verla porque no has
llegado a conocer su luz”...
cuando
vuelvas tu mirada, tal vez tarde, ya sin sol,
verás el
vuelo de quien una vez te suplicó,
no hablar
de prudencia cuando llevas en la mano un corazón
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