Te crucé en un escalón, de no muchos más, y empezamos a caminar:
canciones, viajes, lecturas…
un devenir constante en muñequitos de plastilina
Biblia, muerte, “el otro”, la nada…
una melodía de sueños, de instantes por compartir;
algo más de 100 líneas por contar…
hojas en blanco que esperan ser manchadas de tinta;
Brujas, fantasías, cuerpos, órganos…
llamas que el viento con un soplo espera encender
desvelos, sesiones, sonrisas…
conociendo los ojos de la vida… sólo buscando ser, allí te encontré.
(de Ami a Ami)
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