noviembre 06, 2008

Luciérnagas

Las luces se cerraron, hasta las penumbras se durmieron… allí fue donde la encontró. A pesar – o por- todo podía verla; estaba ahí, tan escondida, acurrucada, casi en posición fetal. Creyó que tenía miedo. ¿Miedo a qué?

Trató de explicarle, ya no había de que temer.

Después de todo, para todo es tarde. Ya no hay nada por hacer. Sólo sumergirse en esa inmensidad que muchos llaman tiempo.

Donde está? Casi sin darse cuenta se desvaneció, creyó q las voces que se oían desde lejos y los celulares la apabullaron. Quiso verla. Le ahogó se ausencia. Ahora que la vio siente necesitarla.

Que está sucediendo? Agujeros, círculos vacíos…. NADA, sólo el llanto de un niño le recuerda que está viva, o por lo menos, que posee masa muscular recubriendo sus órganos.

A pesar –o por- todo es una hermosa sensación…

06/08/08

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